ALEXANDER SOLYENITZIN (EMPEZANDO EL DÍA-LA RESPIRACIÓN)

Kislovodsk-Rusia, 1918-Moscú, 2008
Es quizá el escritor más importante la  Rusia contemporánea. Sus obras fueron inevitablemente prohibidas por el gobierno soviético. En 1945 fue arrestado por realizar críticas al régimen comunista y cumple ocho años de prisión en cárceles y campos trabajo forzado. Al iniciarse el período de "deshielo" tras la muerte de Stalin, recupera la libertad e ingresa en la Unión de Escritores. En 1970 es laureado con el Premio Nobel de Literatura. Una de las obras más conocidas de Solyenitzin, es "El Archipiélago Gulag".
Al amanecer, treinta jóvenes salieron corriendo al claro del bosque, se ubicaron cara al sol y empezaron a inclinarse, saludar, postrarse, levantar los brazos, arrodillarse. Y así durante un cuarto de hora. 
Si los miráramos desde lejos podríamos creer que están rezando. 
Actualmente a nadie le extraña que el hombre sirva cada día a su cuerpo con paciencia y atención. 
Pero qué ofendidos estarían todos si sirviera de esta manera a su espíritu. 
No, no era una oración. Era la gimnasia matutina. 
Llovió de noche y ahora las nubes se desplazan por el cielo. A veces caen algunas gotas. Estoy de pie bajo un manzano que está terminando de florecer, y respiro.No sólo el manzano, sino también los pastos que lo rodean, expanden aromas después de la lluvia, y no hay palabras para este sabor dulce y penetrante que impregna el aire. Lo aspiro con todos mis pulmones, siento el aroma en todo mi pecho, respiro, ora con los ojos abiertos, ora con los ojos cerrados, no sé cómo es mejor...Tal vez esto sea la libertad, la única, pero la más apreciada libertad, de la cual nos priva la cárcel: respirar así, respirar aquí. Ninguna comida en la tierra, ningún vino, ni siquiera el beso de una mujer, me resultan más dulces que este aire, este aire embriagado con el florecimiento, la humedad, la frescura. No importa que esto sea sólo un minúsculo jardín, encerrado entre las jaulas de fieras de las casas de cinco pisos. Dejo de oír los escapes de las motocicletas, el aullido de los tocadiscos, los gritos de los altoparlantes. Mientras se puede respirar después de la lluvia bajo un manzano, se puede vivir.

Los dos relatos pertenecen a "Cuentos en miniatura" 
http://es.scribd.com/doc/55762665/La-respiracion-Alejandro-Solyenitzin

Comentarios

  1. Hermoso cuento, hace solo una semana descubrí a ALEXANDER SOLYENITZIN y estoy feliz con sus relatos... Gracias por publicarlos

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